Pero, hay una diferencia y, en lo que a mí respecta, la falta de una opción “con reloj” es una oportunidad perdida. La razón es obvia para cualquiera que haya usado un Echo Dot con reloj. Ese modelo cuesta solo unos 10 euros más que su hermano sin reloj, pero supone una mejora sustancial. No solo puede sustituir a un reloj físico, sino que la pantalla LED también puede mostrar un temporizador, mostrar la temperatura (tanto exterior como de la habitación, gracias al sensor de temperatura integrado del Echo Dot 5) e incluso indicar qué canción está sonando en ese momento. Es mucho más rápido echar un vistazo a un reloj para ver qué hora es que preguntarle a Alexa, y si usas tu Echo como radio / despertador de dormitorio, es mucho más probable que prefieras el Echo Dot con reloj que sin él. Hay que reconocer que yo, como millones de propietarios, no aprovecho todo el potencial de los dispositivos Echo. Utilizo Alexa para consultar el tiempo y programar temporizadores, pero sobre todo para reproducir música y escuchar la radio o podcasts, además de alguna que otra sesión de meditación o entrenamiento breve. No uso Alexa para controlar mi casa inteligente, pero incluso si lo hiciera, una pantalla no es necesaria para eso. El Echo Dot con reloj es mi elección actual, pero su altavoz no es lo suficientemente bueno como para ofrecer un sonido envolvente en mi cocina/salón de planta abierta, incluso si tienes dos configurados como pareja estéreo. El Echo Studio podría parecer la mejor solución, pero tampoco tiene reloj y cuesta cerca de 200 €.